viernes, 27 de julio de 2012

Comunicado de ex trabajadoras/es del municipio de Quilmes, ante los 8 despidos en el área de niñez


Ante los 8 despidos de las y los trabajadoras y trabajadores de la Subsecretaría de Promoción y Protección de Derechos, las y los ex trabajadoras y trabajadores no podemos quedarnos al margen, por lo que queremos manifestar nuestro profundo apoyo a las ex compañeras y compañeros. No solo queremos manifestarnos como ex compañeras/os, sino como parte de la sociedad, ya que en este reclamo se está poniendo en juego la implementación de la ley de protección de niñas, niños y adolescentes y los recursos que se asignan para el desempeño de las tareas que esto conlleva.

"En esta permanente tensión generada entre los movimientos instituyentes
(que intentan una profunda transformación del lugar de la infancia en la sociedad)
y los movimientos instituidos
(que pretenden reciclarla para ser funcionales a un proyecto tecno-burocratico),
colectivos de trabajos, grupos, instituciones y agentes sociales 
se han visto sujetos a un malestar permanente,
capaz de llevarlos a la depresión o a la renuncia,
en lo que se ha denominado síndrome de Bourn Out"
Jorge Volnovich

Quienes firmamos esta carta fuimos trabajadoras y trabajadores del Municipio de Quilmes, muchos de nosotras/os de la Subsecretaria de Infancia y Adolescencia; y fuimos, más importante aún, compañeras y compañeros de quienes hoy llevan adelante el reclamo por la reincorporación de los 8 compañeros despedidos, por mejores condiciones de trabajo y por la plena implementación de la ley 13298.


En este sentido quisiéramos expresar el reconocimiento al trabajo que llevan adelante día a día las y los trabajadoras y trabajadores de la Subsecretaría de Infancia, con compromiso y responsabilidad en las tareas asumidas en pos de la restitución de derechos de más de 3000 familias a quienes vienen acompañando en este proceso. Compromiso que en más de una oportunidad demandó exceder la jornada laboral de 9 a 15 hs., inclusive hasta altas horas, para realizar acompañamientos de las familias en la radicación de una denuncia, o de alguna niña, niño o adolescente a un hogar u hospital; también significó realizar informes fuera del horario y ámbito laboral para garantizar el marco de protección de cada una de las situaciones que se abordaba, atendiendo teléfonos de guardia las 24 hs., siempre a disposición; acomodándonos a espacios de trabajo que no cumplían con mínimas normas seguridad y comodidad para la atención de las familias; y pese a todos estos factores nuestro trabajo fue llevado delante con continuidad y perseverancia.


Sin embargo, la violencia institucional que aquí queremos señalar no se limita a condiciones de forma, sino fundamentalmente de conducción. En la Secretaría de Desarrollo Social a cargo de la Sra. Valeria Isla se impone una coordinación autoritaria, personalista, coercitiva y deslegitimadora de las prácticas profesionales. Estas características son reproducidas y ejercidas como prácticas habituales hacia los compañeros de la Subsecretaria de Infancia y Adolescencia por su directora la Lic. en Trabajo Social Ruth Kochen.


La sensación permanente de la falta de reconocimiento hacia nuestra labor, en todas las funciones asumidas en el Equipo (educadores, equipo técnico y coordinadores); la culpabilización por las situaciones de niñas, niños, y adolescentes en detrimento de la capacitación y supervisión; las amenazas reiteradas de despidos, o la “invitación” hacia los y las compañeros y compañeras para que busquen nuevos trabajos; el traslado de profesionales a tareas para las que no fueron contratados; el maltrato resultante de la subestimación del desempeño profesional… Prácticas propias de la subsecretaria Ruth Kochen. Las cuales no solo impactan sobre el desarrollo profesional, con compañeros que han llegado a cuestionarse su profesión; sino que violentan la propia subjetividad de cada uno de nosotras y nosotros. Es este tormento social, como diría Ulloa, el que hace pasar despidos encubiertos por renuncias personales, individuales, no son leídas en relación a su contexto de opresión. ¿Cómo explica la Subsecretaria Kochen la alta rotación de personal? La institución mortifica a los sujetos que, ya sin fuerzas, son expulsados, simplemente se van sin poder siquiera expresar la angustia y el malestar.


Asimismo, no podemos dejar de mencionar que la persecución política y el maltrato laboral que sufren hoy nuestros compañeros y compañeras vienen de larga data. Mientras desempeñábamos tareas en la Subsecretaría, hemos vivido las más sutiles (y a veces no tan sutiles) formas de persecución política: los/as funcionarios/as han indagado sobre nuestros pasados militantes, han censurado cada intento de organización de los trabajadores/as, restringiendo los espacios de debate y generando miedo hacia el conjunto de los compañeras/os.


Es importante resaltar, entonces, que si bien este maltrato se hizo público mediante el reclamo colectivo de los y las compañeros y compañeras, y ante la más extrema violencia (el despido), sucede hace tiempo y cada uno de nosotros y nosotras fuimos testigos del mismo.
Si hoy no formamos parte de la Secretaría de Desarrollo no se debe necesariamente ni al desarrollo profesional de cada uno, ni a la oportunidad de mejores condiciones laborales o proyectos personales. Todos y todas quienes hoy firmamos hemos tenido la necesidad y la urgencia de irnos al modo de una huida, siendo el motivo las prácticas antes mencionadas: la sensación constante de sobre exigencia, el continuo malestar institucional, la subestimación y degradación de nuestro trabajo, la falta de diálogo y de espacios para manifestar el padecer, no de las situaciones que se abordan, sino del maltrato institucional al que quedábamos expuestos en nuestro desempeño.


En este sentido afirmamos que la Subsecretaria Ruth Kochen oculta y niega los verdaderos motivos por los cuales muchos de nosotros y nosotras renunciamos. A raíz de que tampoco tuvimos el espacio para hacer explícito nuestros motivos y reclamos, utiliza la falta de conflictos públicos en el pasado como testimonio de un supuesto “buen clima laboral”. Sin embargo, conoce que en retiradas oportunidades hemos intentado manifestar la disconformidad con los manejos institucionales y los malos tratos recibidos. Recibiendo como respuesta la censura y la coerción. Hoy los y las compañeros y compañeras sufren despidos por este mismo motivo, por alzar la voz.


Es por esto -en el marco del conflicto expresado por quienes actualmente trabajan en este ámbito- que vemos la posibilidad de expresar el malestar acumulado a lo largo de este tiempo. Queremos plantear que no se silencien más nuestras voces y que no se nos utilice como ejemplo de los supuestos “buenos tratos institucionales”. Sabemos del maltrato, lo hemos vivenciado, y es por esto que apoyamos y comprendemos la situación por la que se encuentran atravesando tanto las y los compañeras/os despedidos como así también quienes aún desempeñan sus funciones en la Subsecretaría.  


Finalmente quisiéramos remarcar, una vez más, el compromiso en el trabajo con las niños, niñas y adolescentes de quienes hoy llevan adelante esta lucha, un compromiso que posibilita a que los compañeros y compañeras no solo reclamen por la reincorporación de los 8 despedidos y por las mejores condiciones de trabajo, sino también por la efectiva implementación de la Ley 13.298.


Por tanto, desconocer y no comprender la integralidad de este reclamo, evidencia que no se pueden garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes si no se garantizan los derechos de las y los trabajadoras y trabajadores. 

Adhesiones: extrabajadoresdequilmes@yahoo.com.ar

Firmamos:

Lorena Vera
Juan Cueto
Soledad Vázquez
Nicolás Deambrosi
Mariangeles Calvo
Pilar Martin
Mariana Vázquez
Agustina Miguel
Daniela Fernández
Corina Russo
Pablo Nasti
Silvana Rolando
Andrés Burgardt
Yamila Nenseff
Carolina Mana
Gabriela Pinto
Cecilia Dinius

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